¡¡¡ Paso de cebra y olé !!!

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martes, 22 de septiembre de 2015

La lección de EL PRINCIPITO sobre la ALTA CAPACIDAD.

Os quiero trasladar para empezar este post un pequeño fragmento de El Principito.


" Si os he referido estos detalles acerca del asteroide B 612 y os he confiado su número es por las personas grandes. las personas grandes aman las cifras.

Cuando les habláis de un nuevo amigo, no os interrogan jamás sobre lo esencial.

 Jamás os dicen : " ¿ Cómo es el timbre de su voz? ¿ Cuáles son los juegos que prefiere? ¿ Colecciona mariposas? "  

En cambio, os preguntan:  "  ¿ Qué edad tiene? ¿ Cuántos hermanos tiene? ¿ Cuánto pesa? ¿ Cuánto gana su padre? "

Sólo entonces creen conocerle. ( ...)

Son así. Y no hay que reprocharles. Los niños deben ser muy indulgentes con las personas grandes "




Pues este post y con este arranque es una reflexión en voz alta. Primero la hice en voz baja.

Saint- Exupéry nuevamente me enseñó algo.

Permitidme relacionarlo con las altas capacidades... que Saint Exupéry me perdone.


¿  Es tan importante un número para atender a las personas de altas capacidades ?

¿ Tan importante es la cifra ?

Parece ser que los adultos no sabemos vivir si no sabemos que el niño procede del planeta B 612. para nada nos facilita saber que el Principito es un niño encantador, que reía y quería un cordero y que querer un cordero es prueba de que existe. 

La reflexión fundamental es esa.

Me remonto a mi época de descubrimiento de la alta capacidad de mi hija, hace 10 años. Como madre ante la sospecha de alta capacidad de mi hija necesité acudir para que le hicieran una evaluación psicopedagógica. Tenía la sospecha desde los 2 años y la valoraron a los 4 , pero no esperé a los 4 para educarla, para conocer sus intereses, para descubrir sus habilidades, para interesarme por su desarrollo emocional, para fijarme en cómo aprendía, para potenciar aquello que más le gustaba.. y un largo etc.

Necesité acudir para confirmar mi sopecha y confirmada seguir en el intento de hacerlo mejor. Consideré que me podía ayudar saberlo, tanto si me confirmaban un número al alza como no.

Pues este ejemplo de nuestro pequeño príncipe , para mi punto de vista es el mismo en  la Escuela.

Necesitamos números los mayores para intervenir, a no ser que entendamos desde el principio que lo esencial no es eso.

Lo esencial es estar ahi porque querer un cordero es prueba de que existe.

Por eso apelo al sentido común, ese que nos hace ver lo esencial.

Ese que nos permite confiar cada mañana en el ser humano.

Vivimos en un país donde los equipos de orientación no llegan a todo. Existe una carencia enorme de orientadores en la comunidad educativa. La diversidad cada vez es mayor.

Vivimos en un país donde la ley exige dar respuesta educativa a toda la diversidad con los mismos medios, el mismo ratio por aula, con un cambio permanente y sostenido en el tiempo de leyes de educación que hacen bailar a los profesionales de educación de un plan a otro cómo si en la inestabilidad estuviera la respuesta.

Con lo cual los maestros y profesores de este sistema educativo, desde infantil hasta la Universidad se han visto sometidos a tener que trabajar para el alumnado y para que las leyes aprobadas demostraran una calidad que nunca tuvieron.

Volvamos al número.

¿ Por qué en el caso de la alta capacidad nos resulta tan fácil dejarlo todo en manos de un número ?

¿ Y si ese número es 119 ?

¿ Y si ese número es 128 ?

Un informe psicopedagógico nos aporta :

Datos del alumno, capacidades, habilidades, aspectos intelectuales, auto.concepto, desarrollo emocional, estilos de aprendizaje, datos del contexto familiar, del contexto social y muchas cosas más y además nos aporta un corte, un número, una cifra.


¿ De verdad necesitamos una cifra para dar una atención diferenciada?

¿  Solamente con el número creemos conocerle ?


A veces, sólo a veces, pienso que si el sistema educativo tuviera la posibilidad de dar una atención diferenciada no necesitaría una cifra como punto de partida.  La cifra sería un paso más para completar esa atención diferenciada, sería un punto de llegada.

Lo que quiero decir con esto es que no creo que ningún profesor necesite esperar al orientador para dar una respuesta educativa a la sospecha, que un profesor conoce , sabe, contempla las habilidades de sus Principitos, dónde viven, si tienen el apoyo educativo de las familias, sabe si el niño necesita algo más para que no se aburra, sabe cómo le gusta aprender. Hay muy buenos profesores en el sistema educativo español mediatizados por las cifras. Les invito a liberarse de ellas.

De la misma manera que a los equipos de orientación les invito a reflexionar en la cifra. Si un corte de 119 no necesita especificidad en algo nos estamos equivocando. O es el corte o es el concepto de atención. 

No nos podemos lavar las manos ante los números, porque detrás de cada número lo esencial es que hay una persona.

No me importa tanto lo que mido con un cociente de inteligencia, sino lo que soy y puedo llegar a ser.

Medir el CI es una oportunidad, la oportunidad de conocer y trabajar la diversidad. Pero la verdadera oportunidad es cada niño o niña que está con nosotros en un aula y dentro del sistema educativo.

Por desgracia, la labor de los equipos de orientación en la alta capacidad, hoy por hoy se sigue haciendo necesaria e imprescindible, en esta escuela inclusiva, porque sin vosotros, los niños y niñas de altas capacidades no existen. Vosotros los hacéis visibles y os necesitan.

Por suerte hay muchos profesores y profesoras que donde no llegan los equipos de orientación y donde llegan, son capaces de dar cobertura a la alta capacidad, conocer a los niños, emocionarse y dejarse guiar por ellos, adentrarse en un mundo de emociones magnífico y de potencialidades extenso, eliminar estereotipos y mirar por y para los ojos de un niño simplemente.

Para los que como padres y madres nos enfrentamos al mundo de la alta capacidad, la razón de ser no está en el número, en un SER o NO SER, esta NO es la cuestión. El quiz de esto está en la atención y la atención no solamente está en manos de la escuela. La atención debe aunar los esfuerzos de las familias, de la escuela y de la sociedad. Y nuestro papel de padres en aunar esos tres elementos en la vida de nuestros hijos porque es factor esencial para apoyar su desarrollo. Me considero la pieza clave en la educación de mi hija y francamente no quiero que nadie me robe mi papel, por ahora. Ya se encargará ella misma de quitármelo conforme vaya creciendo.

Animo a tener en consideración la gran capacidad, muy alta,  que tienen nuestros niños para ser indulgentes con los adultos, me incluyo como madre adulta, aunque cada noche al acostarme para leerle un cuento a mi hija me vuelva un poco niña o un mucho, a fin de que me tolere y desarrolle más indulgencia hacia su mamá.

Gracias Principito por hacerme caer de nuevo en esto :















 

1 comentario:

  1. Lo mismo pregunté yo, porque el numero importa tanto?. Poque la coordinadora de la SEP te pone el 130 en rojo y recalcado advirtiéndote de antemano que si no llega a tal no le darán atención y si fuera 129 le pregunto, se la negarán?.. Yo conozco a mi hijo, lo escucho hablar a diario, cuestionarse y cuestionarme a cada momento, y si le diera 5 min. de su atención se daría cuenta de la sed insaciable de conocimientos que le sale hasta por los poros y la enorme curiosidad en sus ojos. Yo no necesito un numero, mi hijo tampoco, solo necesita respuestas :)

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